Los archivos de configuración pueden modificar por completo el funcionamiento del framework. Como Symfony utiliza la configuración incluso para sus características internas y para la carga de los archivos, se puede adaptar fácilmente a muchos más entornos que los tradicionales hostings dedicados.
Esta gran "configurabilidad" es uno de los puntos fuertes de Symfony. Aunque a veces echa para atrás a los programadores que están empezando con Symfony, porque son muchos archivos de configuración y hay que aprender muchas convenciones, lo cierto es que permite que las aplicaciones Symfony sean compatibles con un gran número de sistemas y entornos diferentes. Una vez que se dominan los archivos de configuración de Symfony, se pueden ejecutar las aplicaciones en cualquier servidor del mundo.