Para probar y jugar con Symfony en un servidor local, la mejor opción es instalar el entorno de pruebas o sandbox, que contiene un entorno de ejecución preconfigurado para Symfony.
Para desarrollar aplicaciones web reales o para instalarlo en un servidor de producción, se puede optar por la instalación via PEAR o mediante el repositorio de Subversion. Estos métodos instalan las librerías de Symfony, pero se deben crear manualmente los proyectos y las aplicaciones. El último paso de la configuración de las aplicaciones es la configuración del servidor web, que puede realizarse de muchas formas. Symfony funciona muy bien con los servidores virtuales y de hecho es el método recomendado.
Si se producen errores durante la instalación, existen muchos tutoriales y preguntas frecuentes en el sitio web de Symfony. Incluso es posible trasladar tu problema a la comunidad Symfony para obtener una respuesta en general rápida y efectiva.
Después de crear el proyecto, se recomienda empezar con el versionado del código fuente para realizar el control de versiones.
Una vez que ya se puede utilizar Symfony, es un buen momento para desarrollar la primera aplicación web básica.